Hace mucho tiempo en un lugar llamada la Ciudad Blanca, una ciudad muy limpia, de personas muy reservadas pero bastantes tranquilas,había un joven bastante tranquilo pero a su vez bastante intrépido a la vez,resulta que por motivos familiares tuvo que viajar a una ciudad muy lejana ,el cual era el primer viaje para el joven ,el siempre había permanecido en su ciudad que lo vio nacer y fue así como nació una historia de amor que muy pocos quizás hayan vivido.
Era una mañana fría como siempre suele pasar en Arequipa (La Ciudad Blanca) el viento susurraba con fuerza por nuestros oídos y a veces sentías que alguien estaba cerca a ti o quizás a veces parecía que el viento te llamaba, hacía tanto frió que los abrigos parecieran que eran insuficientes para guardarnos del clima y no daba ganas de salir de la cama.Pero lo tenia que hacer ya que tenia que ir temprano a la agencia para sacar el boleto de mi viaje.
Me levante a regañadientes y me lave la cara medio somnoliento y el agua estaba tan helada que parecía que lo hubieran sacado de la congeladora hace un momento y con poco de ella mi piel se erizo por tan desagradable sensación,luego de ello tome un rico desayuno que consistía un dos panes con mantequilla y una infusión de té, dicen que que el té de allí es uno de los mejores de se pueden probar tiene un sabor y aroma muy peculiar que tomarlo calientito, hace que por un breve momento olvides por completo el clima agresivo de la ciudad.
Fui a la agencia por la mañana pero lamentablemente en esa época todo el mundo viaja y había una cola larga para comprar el pasaje y cuando llegue a la ventanilla, ya los pasajes se estaban terminando fui de las ultimas personas en poder adquirir uno y un alivio tremendo sentí, pues el próximo bus salia después de tres días,así que me fui tranquilo a mi casa a preparar mi equipaje para el viaje.